Internacional

Biden Sube de Tono Reclamos Contra la Prensa; Señala Favoritismo Para Donald Trump

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POR REDACCIÓN

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está cada vez más de mal humor con los periodistas. El gobernante demócrata, que se enfrentará en noviembre nuevamente con su predecesor republicano Donald Trump para un segundo mandato, se muestra más ácido ante los medios.

Recé por todos ustedes. ¡Necesitan ayuda!”, le declaró recientemente, al salir de la iglesia, a un periodista que simplemente le preguntó cómo había pasado el día.

Lejos de atacar únicamente a los medios conservadores, el bando de Biden ha desarrollado una hostilidad particular hacia el The New York Times.

¿Quién hace la vista gorda ante las mentiras de Donald Trump? ¡The New York Times!”, gritó un portavoz de la campaña de Biden, después de que ese medio desmontara, en febrero, algunas afirmaciones del gobierno sobre la marcha de la economía.

Aunque Biden nunca ha atacado a la prensa con la misma virulencia que Donald Trump, guarda distancia de ellos; mientras el republicano habla cada que puede, él concede muy pocas ruedas de prensa importantes, rara vez da entrevistas y nunca tiene intercambios informales en sus viajes en avión.

Hasta hace poco, a veces respondía dos o tres preguntas antes de subir a su helicóptero y partir de la Casa Blanca rumbo a algún evento.

Pero ahora, en vez de caminar solo hacia la aeronave, el presidente sale rodeado de un grupo de asesores que actúan como un muro de contención ante los periodistas.

Esto le evita preguntas y disimula ante las cámaras lo cauteloso que se ha vuelto el candidato demócrata.

Asimismo, su reclamo contra las publicaciones de los medios de comunicación son constantes; apenas el miércoles, los funcionarios de la Casa Blanca lanzaron un ataque contra The Wall Street Journal el miércoles después de que publicara un informe sobre el desempeño del presidente en reuniones privadas titulado A puerta cerrada, Biden muestra signos de resbalar.

Los demócratas salieron en defensa de Biden y discreparon con partes clave de la historia, criticando al WSJ por citar en gran medida los relatos de funcionarios republicanos que habían pasado tiempo con el presidente, incluido el expresidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.

El mal humor de Joe Biden coincide con sondeos que asoman resultados poco alentadores.

Varias encuestas lo muestran en dificultades frente a Trump, no necesariamente en intención de voto general, sino en los denominados “estados indecisos”, esos seis o siete que decidirán efectivamente los comicios.

Por un lado, Biden cuestiona la solidez de los sondeos: “Hoy en día es difícil hacer una encuesta racional. (…) Hay que hacer tantas llamadas telefónicas” antes de llegar a alguien, afirmó recientemente.

Pero por otra parte, analiza esas mismas encuestas en busca de señales favorables: “La prensa no habla de ello, pero la dinámica está claramente a nuestro favor”, repite ante sus seguidores demócratas.

EL IMPACTO DE LOS MEDIOS

¿La campaña de Joe Biden se basa en falsas esperanzas?”: este es el título de una entrevista en el semanario New Yorker a un estratega demócrata, Simon Rosenberg, que se declaró decididamente optimista.

El analista subrayó, en un video difundido hace algunos días, que ninguna encuesta hasta la fecha, por muy favorable que sea, garantiza a Trump los 270 electores necesarios para la victoria final.

No estamos donde nos gustaría estar y nos queda mucho trabajo por hacer”, reconoció Rosenberg, quien sin embargo subrayó: “Sin duda, prefiero estar en nuestro lugar que en el de ellos”, en referencia a los republicanos.