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Capitalismo, Desnudado por la Investigación y Movilización Estudiantil

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La protesta que escenificaban 12 inofensivas carpas de estudiantes en el patio central de la universidad privada “George Washington”, en el corazón del imperio estadounidense, su capital Washington D.C., se transformó, en una protesta multitudinaria: por el número de estudiantes participantes: miles y, por el número de universidades que se han venido sumando, cientos.

​Y esto es, por qué, los jóvenes descubrieron que más de 495 mil millones de dólares, tienen las universidades invertidas en el mercado de valores, en relación con el financiamiento de los programas de creación de armamento, para la destrucción del territorio palestino y para el exterminio de sus habitantes, hombres, mujeres, niños y ancianos, así como sus viviendas, escuelas, hospitales y, su rica historia y cultura milenaria.

​Esto sólo en los Estados Unidos de Norteamérica, pero el movimiento ha traspasado las fronteras, las montañas, los océanos, los desiertos, las cordilleras y se ha tornado mundial. Sí, en todo el mundo, Europa, Asia, Latinoamérica. Cientos de miles de estudiantes, exigen que Israel pare su bombardeo, su exterminio del pueblo palestino, el asesinato de niños, mujeres y ancianos.

​Es decir, que los estudiantes de las más prestigiosas universidades privadas y públicas: universidad de Columbia, Nueva York, Harvard, Princeton, Berkeley, universidad estatal de Ohio, de Arizona, de Texas en Austin;

universidad de Florida, de Carolina del Norte en Chapel Hill; las universidades de California, Cal poli de San Luis Obispo, Georgia, Cambridge. Not theasthern en Boston, y más de 200 universidades que se jactan de ser los creadores de la técnica de vanguardia y de las ciencias de avanzada, han descubierto que dichas instituciones invierten cantidades millonarias en el apoyo y desarrollo de la industria militar, de guerra y exterminio del pueblo palestino.

​Es por ello, que sus movilizaciones de protesta se han centrado en exigir a las autoridades de dichas instituciones, que se deje de invertir, de utilizar los recursos multimillonarios que generan la ciencia y la técnica, en apoyo al financiamiento de la destrucción masiva que realiza el estado de Israel al asesinar niños, mujeres, ancianos y trabajadores palestinos. ¡No al negocio de la guerra con Israel! es el grito, junto con “Free Palestina”, Palestina libre.

​Estados Unidos ha aprobado un proyecto de ley contra las protestas pro-palestina en las universidades, a través de la cámara de representantes, 320 congresistas apoyaron la iniciativa y 91 se opusieron.

Es “… un intento de silenciar a los críticos de Israel, así como una violación de La Primera Enmienda” de la Constitución Estadounidense que protege “la libertad de expresión”. Y están dispuestos a cerrar universidades enteras, para frenar las protestas estudiantiles. Así es como actúa el otrora “baluarte de la democracia y de las libertades”.

Ha llevado a más de 2 mil estudiantes a las cárceles, golpeados, gaseados y reprimidos.
​Muestra esto la gran contradicción del sistema económico, productor de ganancia. Es decir, “El Capitalismo”. El cual se ha revelado como el sistema más productivo, el gran creador de riqueza. El conocimiento científico del ser humano nos ha llevado hasta aquí, como un gran acontecimiento.

Sin embargo, esta riqueza producida, esta gran riqueza, como el logro más importante de la especie humana, la ciencia y la técnica, se ha vuelto en su contra, una vez que, en “El Capitalismo”, ha servido para enriquecer a unos cuantos y que un pequeñísimo porcentaje, una camarilla, acumule la riqueza, que permitiría sacar de la pobreza a 4 mil millones de personas, la mitad de la población mundial, que es de 8 mil millones. Según datos de la Oxfam. (Oxfam, 2024)

​Y lo que es más grave, este conocimiento científico y su aplicación, la tecnología, se ha centrado no en la defensa del hombre, no a hacerlo más resistente a los fenómenos que lo aquejan: enfermedades (cáncer, diabetes, hambre); meteoros (huracanes, tsunamis, sequías, incendios); socioeconómicos, guerras, destrucción, crisis. Muy por el contrario, ahora es más vulnerable, pruebas: 40 mil palestinos han sido masacrados, asesinados en seis meses (6 mil por mes). Sin que el órgano Internacional De Las Naciones Unidas (ONU) sea escuchado.

​Se puede minimizar, es más, la propaganda mediática, el control del Estado sobre los medios, la desinformación y la aplicación brutal de los cuerpos policiacos de élite y la ley utilizada para aplastar y acallar la denuncia y la protesta –2 mil 600 estudiantes detenidos, de 60 universidades– es lo que hemos visto en estos días. Y sobre todo en el país de “las libertades”, en el país de “la democracia”, en el país que se presenta como modelo al pueblo trabajador. El país de la estatua de La Libertad, el otrora paladín de los derechos humanos: Estados Unidos de Norteamérica.